Unos 2.000 taxis claman contra la liberalización del sector en Córdoba

La protesta, que duró unas cuatro horas y que colapsó la ciudad, estuvo compuesta por una hilera de coches llegados de toda España, distribuidos a lo largo de unos 3,5 kilómetros.
«El taxi quiere vivir», rezaba ayer una camiseta portada por Fernando Luengo, un taxista balear, en la glorieta de la Ciudad de Nuremberg, punto de inicio de la manifestación que la Asociación Provincial de Trabajadores Autónomos del Taxi (Auttacor) había organizado en Córdoba contra la liberalización del sector. Eran poco menos de las 10:00. Desde esa hora y hasta aproximadamente las 14:30 -tiempo de duración de la manifestación, que recorrió avenidas del centro y que colapsó la ciudad- el taxi demostró que está muy vivo. Tan vivo que la marcha, que concluyó a las puertas de la Subdelegación del Gobierno en Córdoba, estaba compuesta por una hilera de unos 2.000 vehículos repartidos en tres kilómetros y medio y llegados de prácticamente todos los puntos de España. Según el Área de Seguridad del Ayuntamiento, «más de 1.500 coches y unas 250 personas a pie». Según la organización, «más de 2.000 coches y unas 3.000 personas, entre las que van en los coches y a pie».
Antes de partir la protesta, en esa motorizada cola kilométrica, que en esos momentos se repartía desde la glorieta Ciudad de Nuremberg hasta el polígono del Granadal, se concentraron taxis llegados, entre otros puntos del territorio nacional, desde toda Andalucía, Cataluña, Madrid, Valencia, León, La Mancha, Baleares y Murcia. El prólogo a la marcha, en la que era palpable la indignación de los profesionales del taxi contra el miedo a perder sus empleos, se lo puso el presidente de Auttacor, quien denunció que «la desregularización del sector que pretende Competencia, apoyada seguramente por algún gran lobby», acabaría con el trabajo de 100.000 autónomos en España». Ruano volvió a defender que las ordenanzas de Córdoba, «como nadie ha dudado, cumplen la normativa vigente en Andalucía, España y Europa». E incidió que si llegara a prosperar el dictamen de Competencia -que le ha pedido al Ayuntamiento de Córdoba que modifique 14 artículos de la ordenanza municipal bajo amenaza de interponer un recurso contencioso-administrativo-, «el sector del taxi cambiaría por completo». El presidente de Auttacor puntualizó que «el taxi dejaría de trabajarse por los taxistas españoles, para trabajarse por multinacionales; los taxistas autónomos desapareceriamos; finalizaría la garantía al usuario en materia de precios, quedando al libre mercado y en función de las circunstancias, y cuando un usuario utilice el taxi habrá momentos en los que le beneficie, porque haya muchos vehículos y esos precios sean bajos, y que le perjudique, porque se encuentre que hay un sólo taxi en la calle y el taxista, por su libre competencia, le pida un precio desorbitado».
Mientras Ruano realizaba estas declaraciones, muchos de los manifestantes llegados desde muy distintos puntos del territorio nacional mostraban su preocupación por el posible efecto cascada que el dictamen para la ordenanza municipal de Córdoba pudiera provocar en las del resto de municipios españoles. La normativa del taxi es muy similar en todo el país, según incidieron, y el temor de que se repita lo que está pasando en Córdoba y en Málaga -en la que Competencia ha pedido al Ayuntamiento de esa ciudad que modifique 12 artículos- es latente, como dejó de manifiesto el presidente de la Federación Nacional del Taxi y de la Asociación Gremial de Madrid, Julio Moreno. «Todo esto es para favorecer a los grandes loobys de poder. Hay que tener en cuenta que el sector factura anualmente en España 4.000 millones de euros, lo que supone una tarta muy golosa para esos operadores», resaltó. «Por un lado vemos que todos los partidos políticos, ayuntamientos y comunidades autónomas dicen que están con el taxi; si están con el taxi, ¿quién coño manda aquí?, no lo acabamos de entender», lamentó el presidente de la Federación Nacional del Taxi.
Moreno calificó el dictamen de Competencia como una agresión al sector, al igual que el presidente de la Confederación del Taxí de España, Gabriel Moragués, quien destacó además que ese informe pretende «propugnar la Ley General de la Unidad de Mercados» en la que está excluido el sector del taxi, ya que la jurisprudencia del Tribunal Constitucional de 1996 «dictó que el transporte humano debía ser regulado por las comunidades autónomas y ayuntamientos en España».
También junto a la pancarta que abría la comitiva, el presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, pidió al Gobierno central que «deje de tocar las narices» al sector del taxi y se reúna con unos profesionales que «ya están levantando cabeza». «No hay tarta para tanta boca», sentenció Amor, quien hizo especial hincapié en que «el taxi es un servicio público y tiene que permanecer regulado al igual que lo están otros transportes, como el metro o el autobús, donde no se nos ocurre regatear con el precio».
No faltaron detrás de esa pancarta políticos como los concejales populares José Antonio Nieto, José María Bellido y Salvador Fuentes; la concejal delegada de Movilidad, María José Moros; y el parlamentario andaluz de Podemos por Córdoba, David Moscoso. Nieto fue el alcalde durante cuyo mandato se gestó la ordenanza municipal que ahora ha tumbado Competencia, mientras que Moros dejó claro tan sólo hace unos días que el Ayuntamiento no va a modificar los 14 artículos que le pide el organismo dependiente del Ministerio de Economía al considerar que la norma del taxi es legal. «No se atenderá a dicho requerimiento», reiteró ayer Moros.
«Esta reclamación tiene una petición clara, que se apruebe de una vez una ordenanza que por razones que no estaban relacionadas con el servicio del transporte público del taxi se trataron de convertir en polémicas cuando eran normales; se produjo una apelación y un recurso a un órgano que tiene una clarísmima obsesión por la liberalización, y tenemos que defender la ordenaza del taxi donde haga falta», insistió Nieto. quien mostró su confianza en que «este tema se va a resolver bien».
Tras las cuatro horas de marcha, la manifestación llegó a las puertas de la Subdelegación del Gobierno, donde se destacó que esta puede ser sólo la primera batalla del sector contra «el intento de liberalización». «No descartamos hacer un calendario de movilizaciones en toda España, si llegase el caso, porque las ordenanzas municipales del taxi en toda ella vienen a ser practicamente iguales, y la desregularización del taxi en Córdoba puede repercutir en muchos otros territorios», sentenció Julio Moreno.