«Podría decir que encontramos un equilibrio entre la competencia, porque la competencia es necesaria, así como el respeto a las reglas del juego«, dijo Thevenoud a The Associated Press en sus oficinas.
Francia no es el país más estricto con Uber, en Italia y España el servicio está casi prohibido y está en entredicho en Alemania y Holanda. La compañía ha encontrado problemas legales que espera que eventualmente la vindiquen en la Unión Europea. Por lo pronto, el mercado para alternativas de transporte está siendo dividido entre otras empresas inspiradas en Uber como Blablacar y Heetch.
El miércoles la sala donde se llevaba el caso de Uber estaba llena no sólo con los abogados sino con representantes de taxistas.
«Lo que quieren hacer es regresar al mundo sin Uber, un mundo sin tecnología. Pero no podemos volver», dijo Thomas Meister, vocero de la empresa en Francia.
Fabian Daurat fue multado por la policía cuando trabajaba como chofer de UberPop en Campos Elíseos y ahora trabaja como chofer de Heetch con lo que gana la mitad. Dijo que ningún servicio es una amenaza real a los taxis. El padre de dos hijos agregó que sólo quiere un trabajo periódico suficiente para ganar un poco más de dinero. Por ahora ha comenzado a poner pasajeros en el asiento del copiloto para evitar ser detectado.
«Un día u otro, el principio de los choferes individuales ganará», dijo Daurat. «Es cuestión de tiempo».